Edificios tan colosales y monumentales como el palacio de justicia, el ex congreso, el museo precolombino, la academia diplomática, la catedral (todos en la misma cuadra) no los merecemos. No hemos sido capaces de cuidarlos como pueblo, los hemos destruidos, los hemos rayado, los hemos entregado a su suerte con cero preocupación de las autoridades y lo que es peor cero preocupación de los cuidadanos.
Creo que lo que nos merecemos como pueblo es los restos de todo, restos del cal y canto, restos de tríbus como la diaguitas, restos de chozas, cementerios, cualquier cosa que nos de fé que nunca fuimos mas que indigenas desorganizados, inconcientes, capaces de cambiar nuestra tierra, nuestros animales, nuestras mujeres por un litro de vino, eso somos, indios con la suerte de tener arquitectos europeos que andaban de farra y que entre medio hicieron edificios hermosos y memorables.
Somos el país que merecemos, tercermundistas, pencas, flojos, oportunistas, envidiosos. Tenemos la presidenta que merecemos, el sistema de transporte que merecemos, la salud que merecemos, la educación que merecemos, la mierda que merecemos.
La foto es del centro.
En pocos días mas iré a sacar mas fotos del centro para que vean a que me refiero.
Se me cuidan mucho.
Byes lindos.
PD: Y que tanto, ni ahí con los indigenas!!!!
1 comentario:
Chuata, don Malo. Aquí sí que se fue en mala, permítame decirle.
Paso a hacer mi comentario al respecto:
El encuentro de culturas con distinto grado de desarrollo es complejo. No creo que merecer sea la palabra correcta. Las culturas de los nativos de América creo que son tan dignas como cualquiera. Ahora, la mezcla abrupta con una cultura más desarrollada, como la europea, pero con fines de conquista y explotación de recursos naturales, pudiera ser éticamente cuestionable, pero es innegable que actitudes como esa son también parte de la naturaleza del ser humano, en mayor o menor grado.
Quienes provenían de europa, acostumbrados a un estándar arquitectónico más avanzado, pretendieron emularlo implantándolo en América. La gran diferencia está, a mi parecer, en que en Europa se llegó a ese estándar luego de años de desarrollo, años durante los cuales fueron ocurriendo diversas transformaciones en la sociedad. En cambio en América se pretendió implantar de un día para otro, desatendiendo la realidad social, o más bien con la intención deliberada de construir una burbuja europea para la elite aristocrática. Pero la raza nativa fue atropellada en dicho proceso, y aunque soy más bien simpatizante de derecha, en este caso considero que la opresión que ejercieron los conquistadores sobre los nativos justifica en cierto grado, o al menos explica, el resentimiento hacia la cultura europea, que se manifiesta, entre otras formas, en el odio o desinterés que muchos nativos y mestizos sienten hacia la cultura europea, siendo entonces, en forma injusta desde el punto de vista artístico, estas obras arquitectónicas atacadas, o a veces tan solo percibidas como ajenas, impuestas.
Si la actitud de los europeos hubiese sido la de acoger a los indígenas, respetando su estado de desarrollo y aportando a dicha cultura, sin atropellarla, la experiencia europea, como ha sido el caso de muchos colonos; creo que la actitud de los nativos sería distinta. Pero como hubo inicialmente un ánimo de conquista y atropello, existe como reacción el desapego y resentimiento hacia la cultura europea.
Eso es lo que le puedo comentar con respecto a la arquitectura europea en América. Con respecto al actual gobierno y su presidenta, ya es distinta la cosa, es historia más reciente, y siendo las 02:45 AM, dejaremos el comentario para otra oportunidad.
Saludos,
Bueno
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