González y Flores

Yo le creo a González. Cuando el plantea que no está cómodo con la directiva del tenis y que es necesario una medida de fuerza para poder correguir el camino y es ahi donde sale González y dice o se dejan de joder o nos jodemos todos y creo que nuevamente es necesario. Yo no creo que González se haya levantado ayer y escrito una carta porq si. No creo que González no esté ni ahí. No creo que González, como piensan los malintencionados, esté asustado de enfrentar la copa Davis sin ningún partner, como ha sido la tónica de las últimas confrontaciones. No creo que González esté reclamando por millónes mas o millónes menos, no los necesita. Pero es claro que el tenís hace agua por todos lados y no hay recambio, las mismas caras, las mismas acciones y lo que es peor, las mismas o peores malas costumbres desde las mismas manos de siempre. Es importante hacer un cambio, es importante definir planes, es importante SIEMPRE trabajar a futuro, eso es lo que importa.

González asumió su rol de lider de un equipo de tenis y puso el pecho, eso hacen los caudillos, los líderes. Yo le creo a González.

No le creo a Flores, no le creí mucho su teoría de la comunicación humana (siemrpe creí que Maturana tenía mucho mas que ver), si creí en su transformación del socialismo al neoliberalismo. Si creí que se haya hecho un hombre de derecha y que todo su tiempo en la izquierda fue sólo un amorío juvenil. Hoy Flores es otro y claro, quiero otro Chile desde la mirada de los otros, desde la mirada económica de derecha y no es raro que haya buscado refugio en esta para dar un "golpe" a la concertación (que ya ni tan de izquierda es, ni nunca lo fue tanto) y anunciar que ahora el "ministro de Allende" está con Piñera. Yo creo que la gente es tonta, como la mayoría de los políticos lo creen (incluso muchos futbolistas tb), pero sin embargo, soy feliz cuando es la propia gente la que hace que me trague mis palabras y creo que esta vez será así. No le creo a Flores, no creo que lo haga por el país, croe que lo hace por él y de a poco tiene la misma sobra siniestra de protagonismo y deseos de figuración pública como Schaulson, Escalona, Piñera y millones de etc.

Se me cuidan.

PD: Acuerdenme de contarles la fábula de la hormiguita y el sapo. Ahhh, también la de la gaviota y el pelícano.