lunes, 21 de enero de 2008

Enero 21, 2008


Hace 2 días fue mi santo y nadie me saludo. No importa, no es importante, sin embargo rememorando la película "El Santo" me llaman de esa forma por lo siguiente:

San Mario, un comerciante persa que fue a Roma con su esposa Marta y con sus dos hijos a venerar las reliquias de los mártires y los sepulcros de los apóstoles Pedro y Pablo en tiempos del emperador Claudio II. Después de atender a su devoción se dedicaban a socorrer a los cristianos que estaban en las cárceles, hasta que un día fueron apresados también ellos por mandato del emperador. En vistas de que no podía hacerles renegar de su fe, los entregó a Musciano para que les diese muerte después de atormentarlos; éste hizo apalear a Mario y a sus dos hijos delante de Marta, y después mutiló sus miembros y abrasó sus costados con hachas encendidas. Llevados por fin al arenal en la via Cornelia, les cortó la cabeza. Ocurría esto en el año 270. Su fiesta se celebra el 19 de enero. La Iglesia conmemora otros siete santos con este nombre.

Leyendo lo que me pasó al pobre Santo este creo que mi profe de economía tenía razón cuando decia que algo malo debe tener alguien que va a visitar presos "uno no se puede mezclar con delincuentes" decir con vehemencia. Creo que no es el caso.

Yo no tengo fé, la conozco, se de su poder y de como es capaz de hacer cosas que no deberían pasar, pero no la tengo. Me encantaría tener un poquito, en el fondo creo que tener fe es tener un poco de cielo en las manos, pero no me tocó no mas. Ahora lo si tengo a raudales es orgullo, por lo que en eso nos podemos parecer con el Santo este, o me van a decir que no es por orgullo que al tipo terminan cortándole las presas. El orgullo que bien llevado es bueno (como todo) pero que exacerbado termina siendo un puñal en la garganta o una pistola en la sien, fatal, terrible, dañino, autodestructivo, nocivo como tomar cianuro, en fin. El orgullo y la fe. De lo mucho y de lo poco.

Se me cuidan y como siempre un gusto.

PD: Ando contracturado, no debí haber bajado corriendo el cerro con esas zapatillas...

1 comentario:

::Vita:: dijo...

Yo creo que la fe es un escape de nuestra mente para depositar nuestra confianza en algo que no depende de nosotros. Muchas personas se dejan llevar por la fe en momentos difíciles, desligando de sí mismos la responsabilidad frente a ciertos hechos. Que las cosas ocurran o no, depende más de uno y de lo que hacemos o dejamos de hacer, más que de divinidades o fuerzas milagrosas universales.

Y por qué murió el santo? No creo que haya sido ni por orgullo ni por fe, sino por conveniencia: sabían que quienes eran perseguidos y morían como mártires serían recibidos en el cielo con las puertas abiertas.

Feliz onomástico atrasado...
(No creo en los santos :P )

Saludos!